Tratamiento de lesiones de procesos infecciosos por erisipela: Informe de experiencia
DOI:
https://doi.org/10.36489/feridas.2019v7i39p1406-1413Palabras clave:
cicatrización de heridas, antibacterianos, ácido hialurónico, infección de heridas, erisipela, úlcera cutáneaResumen
La erisipela es un proceso infeccioso comúnmente causado por bacterias en la familia Streptococcus. El tratamiento se inicia mediante el uso de antibióticos específicos y apósitos especiales aplicados a las áreas afectadas. Las comorbilidades como la presión arterial alta y la diabetes mellitus pueden afectar el proceso de curación. El objetivo de este estudio fue describir la experiencia de tratar a un paciente con úlceras resultantes de un proceso infeccioso de erisipela. Este es un estudio exploratorio descriptivo del informe de la experiencia del paciente asistido por una clínica especializada en apósitos ubicada en la ciudad de Campina Grande - PB. Paciente femenina de 36 años con hipertensión y diabetes mellitus no insulinodependiente. En el examen físico, estaba orientada, hidratada, sedentaria, con fuerza motora conservada e informe de dolor exacerbado. Presentaba lesiones superficiales e infectadas por erisipela, localizadas en la extremidad inferior izquierda y evidencias de hiperemia difusa, presencia de ampollas y puntos de necrosis. Como conducta inicial, se solicitó cultivo y antibiograma del material extraído de las lesiones. El apósito se realizó siguiendo una técnica aséptica, limpieza con agua desionizada y jabón antiséptico a base de polihexametileno biguanida (PHMB). Al apósito se añadieron almohadillas empapadas en solución de permanganato de potasio y se colocaron sobre las lesiones durante 24 horas. Posteriormente, se inició un protocolo con crema de ácido hialurónico al 0,2% para estimular la regeneración de la piel y favorecer la angiogénesis, la pomada de dipropionato de betametasona para aliviar el prurito y otros síntomas asociados con el proceso infeccioso. y una solución de permanganato de potasio, dirigida a la destrucción de la pared bacteriana, asociada con el uso de una gasa de algodón estéril impregnada con PHMB, todos aliados al uso de terapia antibiótica sistémica. El tratamiento duró 35 días con 9 aplicaciones. Después de este período, la herida se consideró curada, sin hiperemia difusa, ampollas, edema o regiones oscuras de la piel, y remisión completa del proceso infeccioso. Fue posible observar la efectividad del tratamiento realizado, teniendo en cuenta factores como el plan de conducta establecido, los productos utilizados, la perspectiva multiprofesional y la buena adherencia del paciente.